Miles protestan en Berlín contra la extrema derecha
Berlín. Unas 160 mil personas participaron este domingo en una manifestación contra la extrema derecha en Berlín y el inicio de un acercamiento político inédito que tuvo lugar esta semana con los conservadores, informó a la Afp un portavoz de la policía.
Según los organizadores, 200 mil personas se sumaron a una concentración frente al parlamento alemán, en el corazón de la capital alemana, y luego a una marcha que llevó a la multitud hasta la sede del partido conservador (CDU). Esta movilización se produce a tres semanas de las elecciones legislativas en Alemania.
Merz ha sido acusado por manifestantes y políticos de izquierda de romper un tabú y poner en peligro el “cortafuegos” de los partidos principales contra AfD. Él insiste en que su posición no ha cambiado y que no ha trabajado ni trabajará con el partido.
Cientos de manifestantes bloquearon temporalmente las oficinas de los Demócratas Cristianos en diferentes ciudades, y el domingo por la tarde hasta 20 mil personas se reunieron para una gran manifestación en Berlín.
En Colonia, la gente protestó en 350 barcos en el Rin, informó la agencia de noticias alemana dpa. Los barcos se alinearon frente al horizonte de la ciudad con su famosa catedral mientras los manifestantes sostenían pancartas con lemas como “No al racismo” y “Por la democracia y la diversidad”.
Las encuestas muestran que la Unión de centro-derecha, que presentó la propuesta y el proyecto de ley de migración, lidera con alrededor del 30 por ciento de apoyo, mientras que AfD está en segundo lugar con aproximadamente el 20 por ciento, y los Socialdemócratas y los Verdes más abajo.
Merz parece esperar ganar apoyo haciendo que la Unión parezca decisiva al forzar un enfoque más duro hacia la migración, mientras atenúa el atractivo de AfD y haciendo que los partidos gobernantes —que dicen que ya han hecho mucho para abordar el problema— parezcan desconectados de las preocupaciones de los alemanes.
AfD, que tiene 12 años de antigüedad, entró por primera vez al parlamento nacional en 2017, beneficiándose de la decisión de la entonces canciller Angela Merkel, dos años antes, de permitir la entrada al país de un gran número de migrantes.
Hace un año, cientos de miles de personas también protestaron en manifestaciones que duraron semanas en toda Alemania contra el ascenso de la extrema derecha y los supuestos planes para deportar a millones de inmigrantes, incluidos algunos con pasaportes alemanes.