Con el repique de cien campanas la Iglesia en Oaxaca despide al Papa Francisco
Alexandra Zolorio
Oaxaca de Juárez, Oax.- Un eco de despedida resonó en los cielos de Oaxaca mientras cien campanas de los templos de la Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca lloraban la partida del Papa Francisco.
El sonido, un solemne homenaje, acompañó al Pontífice en su viaje final, deteniendo el paso de muchos y elevando oraciones espontáneas en toda la ciudad.
La partida del Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, ha conmovido profundamente a la comunidad oaxaqueña, que recuerda con cariño su visita a México, el 12 de febrero de 2016, donde durante seis días recorrió varias regiones del país, entre ellas la Ciudad de México, Chiapas, Michoacán, Estado de México y Chihuahua.
La comunidad católica en Oaxaca lo recordó como un ejemplo de amor, humildad y entrega como “Buen Pastor”, dejando una huella imborrable en los corazones de los fieles.
“El sonido de las campanas fue un recordatorio conmovedor de la profunda conexión que sentimos con el Papa Francisco”, expresó un feligrés local, reflejando el sentir de muchos. “Su cercanía y su mensaje de esperanza nos han inspirado a ser mejores personas”.
La Arquidiócesis de Antequera-Oaxaca ha invitado a la comunidad a una Santa Misa en memoria del Pontífice, que será presidida por el Arzobispo Pedro Vásquez Villalobos. La ceremonia se llevará a cabo hoy, lunes 21 de abril, a las 18:00 horas en la Catedral Metropolitana de Oaxaca, ofreciendo un espacio para que los fieles se reúnan en oración y agradecimiento por la vida y el legado del Papa Francisco.
Un Legado de cambio y esperanza
El Papa Francisco, desde su elección en 2013, revolucionó la Iglesia Católica con su enfoque en la misericordia, la justicia social y la cercanía a los más vulnerables. Su visita a México, marcada por su calidez y su mensaje de esperanza, dejó una profunda impresión en el país.
Su papado se caracterizó por contar con un enfoque en la humildad y la sencillez: El Papa Francisco optó por un estilo de vida modesto, rechazando los símbolos de poder y riqueza.
Francisco se dedicó a la defensa de los marginados, abogando por por los derechos de los migrantes, los refugiados y los pobres, llamando a la Iglesia a ser una voz para los sin voz.
En su llamado a la justicia social criticó la desigualdad económica y el consumismo, instando a la creación de una sociedad más justa y equitativa.
Impulsó el diálogo interreligioso, pues promovió la colaboración entre las diferentes religiones, buscando construir puentes de paz y entendimiento.
El Papa Francisco también fue un revolucionario que buscó modernizar la Iglesia Católica, adaptándola a los desafíos del siglo XXI, abriéndole las puertas a la comunidad LGBTQ+, a las personas divorciadas y solteras con hijo; además de nombrar por primera vez a una mujer como prefecta en el Vaticano y rechazó todo lujo que le concedían por ser el sumo Pontífice.
Su partida deja un vacío en la Iglesia Católica y en el mundo, pero su legado de amor, humildad y esperanza seguirá inspirando a generaciones futuras.