Robo a casa habitación: Más allá del daño al patrimonio de oaxaqueños
Luis Carrasco.
Cuando uno se encuentra en su casa, piensa que está a salvo, no solo de la delincuencia, también en su salud; así lo demostró la llegada de la pandemia por el Covid-19, que nos mantuvo en aislamiento por varios meses para prevenir los contagios. Por ello, nuestro hogar se ha convertido en un refudio, en el escape a una realidad cada vez más complicada.
Sin embargo, en los Valles Centrales de Oaxaca, principalmente en el distrito de Etla, sus habitantes ya no se sienten seguros ni en sus propios domicilios, y es que en últimos meses han aumentado los robos a casa habitación, donde los delincuentes incluso se han disfrazado de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o de la Secretaría de Salud.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el año 2023 se registraron 54 mil 616 robos a casa habitación en el país, de los cuales cinco mil 776 fueron con violencia y 48 mil 840 sin violencia; en total, el año pasado sumó 933 mil 866 delitos contra el patrimonio de los mexicanos.
En este mismo estudio, se contabilizaron 16 mil 164 delitos contra el patrimonio en Oaxaca durante el 2023, de los cuales mil 68 corresponden al robo en casa habitación; 112 con violencia y 956 sin violencia. Y aunque este tipo de delitos cerró el año pasado en el lugar número ocho en cuanto a robos, la realidad es que la ocurrencia del mismo va en aumento.
Tan solo el pasado 14 de enero del año en curso, personas que portaban el uniforme de trabajadores de la CFE, ingresaron a un domicilio de Santiago Etla con el pretexto de que realizarían el corte de la luz, debido a que habían reportado que se robaban la energía eléctrica.
Así, fue cómo los delincuentes lograron ingresar al hogar y amagar a sus habitantes, para después, con el apoyo de un arma de fuego, lograron robarles una gran cantidad de sus pertenencias; al cumplir con su cometido los sujetos salieron tranquilamente de la casa, sin que las víctimas pudieran hacer algo para defenderse.
Sobre este hecho, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) abrió la carpeta de investigación 1420/FVCE/ETLA/2024 por el delito de robo a casa habitación, la cual se sumó a los casi mil casos que abrió la dependencia estatal por el mismo crimen, durante el año 2023.
En el año pasado, la Fiscalía contabilizó 105 carpetas de investigación en enero por robos a casa habitación, 83 más en febrero, 99 en marzo, 77 en abril, 101 en mayo, 76 en junio, 92 en julio, 83 en agosto y 106 en septiembre, con mayor ocurrencia en la región Valles Centrales; solo hasta octubre de 2023, se sumaban 822 investigaciones por dicho delito contra el patrimonio de oaxaqueños.
De acuerdo con expertos, las secuelas que deja un robo suelen ser peores que la propia agresión y el daño patrimonial, ya que la víctima puede quedarse con miedo, ansiedad y estrés postraumático. Un robo en casa es un evento estresante que puede tener consecuencias psicológicas a largo plazo, donde la mayoría de las víctimas experimentan una variedad de síntomas, incluyendo ansiedad, depresión, miedo y culpa.
También pueden sentirse estresados e irritables, así como tener dificultades para dormir o concentrarse; además, especialistas aseguran que es común experimentar flashbacks o pesadillas del evento, lo que complica que la víctima del robo en su casa pueda seguir con su vida, donde incluso pueden pasar meses o años antes de que la persona se sienta completamente segura y cómoda en su propio hogar.
Finalmente, de acuerdo con la Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2023 del Inegi, se estableció que el costo total a consecuencia de la inseguridad y el delito en hogares de Oaxaca, representó seis mil 806.1 millones de pesos; en tanto, a nivel nacional la cifra aumentó a 319.1 mil millones de pesos, lo que representa el 1.08 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, por lo que las pérdidas económicas en México a consecuencia del robo a casa habitación, fueron del 61.8 por ciento.
En materia de medidas preventivas para la seguridad en los hogares, en Oaxaca se registró un gasto estimado de dos mil 633.4 millones de pesos, donde el cambio de cerraduras y/o candados fue la más recurrente, con el 15.8 por ciento; mientras que el 13 por ciento de los casos fue del cambio de puertas y ventanas, el 12.3 de ciudadanos decidieron realizar acciones conjuntas con sus vecinos, el 8.4 por ciento colocar rejas o bardas; el 4.4 por ciento decidió comprar un perro guardián, y el 5.7 por ciento tomaron otras medidas de prevención en sus casas.