Migrantes abandonan Oaxaca en autobuses proporcionados por el INM
En un esfuerzo por evitar los riesgos de las rutas montañosas y mejorar la seguridad de los migrantes, el Instituto Nacional de Migración (INM) coordinó el traslado de más de dos mil integrantes de la “Caravana de Jesucristo” en autobuses desde Salina Cruz hasta Palomares, en los límites con Veracruz. Esta medida fue implementada para que los migrantes no continuaran su camino hacia Huatulco, optando en cambio por una ruta considerada menos peligrosa.
Los migrantes, que habían ingresado al estado de Oaxaca el pasado 6 de agosto, atravesaron municipios del Istmo como Tapanatepec, Zanatepec, Niltepec y La Venta sin mayores complicaciones. Sin embargo, el miércoles 14 de agosto, la situación se tornó más difícil cuando, de manera inesperada, abandonaron el Centro de Movilidad Migratoria (CMM) en Juchitán. Desde entonces, su marcha se volvió más precaria, con dificultades para encontrar lugares de descanso y atención médica.
Tras pasar una noche bajo un domo en San Blas Atempa y otra en las calles de Salina Cruz, muchos de los migrantes comenzaron a mostrar signos de agotamiento, enfermedades respiratorias y diarrea. A pesar de la negativa de las autoridades locales para ofrecerles un espacio seguro donde descansar, la propuesta del INM de cambiar su ruta hacia Veracruz fue aceptada.
El cambio de ruta fue motivado por la peligrosidad de las carreteras hacia la ciudad de Oaxaca, que incluyen curvas y elevaciones pronunciadas. Las autoridades migratorias explicaron a los migrantes que la ruta veracruzana es más segura y les proporcionaron autobuses turísticos para transportarlos. La caravana, visiblemente diezmada, abordó los autobuses en el entronque entre las carreteras Transístmica 185 y Costera 200, y se espera que lleguen a Palomares, Matías Romero, donde se reorganizarán para continuar su camino hacia la frontera norte del país.
Pastor, el coordinador de la caravana, agradeció el apoyo y aseguró que mientras la caravana permanezca unida, no enfrentarán contratiempos. Esta intervención por parte del INM y el apoyo de las fuerzas de seguridad buscan garantizar la integridad de los migrantes, quienes enfrentan una travesía larga y peligrosa hacia su destino final.