Harris aventaja a Trump en debates presidenciales
El consenso entre los expertos políticos fue que la vicepresidenta Kamala Harris dominó y, por lo tanto, “ganó” el debate con su contrincante Donald Trump el pasado martes, pero a ocho semanas de la elección esta contienda sigue muy cerrada y ganar el debate podría no tener gran efecto sobre el número muy reducido de votantes que al final determinarán el resultado (bajo el sistema estadunidense, donde no existe el voto directo para presidente, un candidato puede ganar la mayor cifra de sufragios, pero perder la elección).
El cara a cara trasmitido en vivo por televisión tuvo una audiencia de 67 millones, muchos más que en debates anteriores. Casi desde el principio, Harris puso a Trump a la defensiva, provocando que él ofreciera algunas de las declaraciones más bizarras en la historia de los debates presidenciales.
Por ejemplo, Trump de repente afirmó que indocumentados hambrientos en Ohio se estaban “comiendo las mascotas de ciudadanos”, o que los demócratas son tan extremos que “incluso abortan a bebés nacidos” (tal cual), y repitió que ganó las elecciones de 2020, que nunca incitó a sus seguidores a asaltar el Capitolio, y que todos los procesos legales en su contra son lawfare de los demócratas; ah, y que “nunca nadie se va de sus mítines antes de que concluyan, nunca”.
Los comediantes en los programas nocturnos de televisión gozaron inmensamente del material que les regaló el ex mandatario, y en las redes hay un torrente incesante de memes e imágenes, sobre todo en torno a su comentario de migrantes degustando gatos y perros de los ciudadanos. “Los migrantes comen nuestros perros”, es el nuevo letrero de la fachada de un restaurante de hot dogs en Chicago, que se volvió viral, junto con videos de gatos armados para defenderse.
El republicano continuó nutriendo la controversia al volar hacia Nueva York al monumento que conmemora los ataques del 11 de septiembre de 2001 acompañado de Laura Loomer, una derechista que promueve que el 11/S fue un complot interno fraguado por el gobierno de George W. Bush.